Para poder escribir
sobre lo vivido este fin de semana en la Casa de los Salesianos de la Trinidad
en Sevilla, solo puedo hacerlo desde un corazón sumamente agradecido al Dios
que nos une y nos convoca, y que nos ha regalado cada uno de los momentos,
segundo a segundo, de gozo experimentado.
Formamos parte de
una familia espiritual que comparte un mismo Carisma dentro de nuestra Iglesia.
Los miembros de una familia se quieren, se apoyan y se arropan unos con los
otros.
Mi deseo de
intentar transmitir la experiencia compartida supone solo eso… un deseo… porque
jamás unas letras juntas pueden trasladar al lector la magnitud de los
sentimientos vividos, esos sentimientos que unidos se multiplican como milagros
de la vida.
El cuidado y
preparación de todos y cada uno de los momentos por parte de la comisión que ha
organizado el evento fue más que evidente, el esfuerzo, el trabajo bien hecho y
la buena coordinación quedó ampliamente demostrado.
Hemos tenido el
privilegio de estar acompañados por Don Adriano Bregolín, Vicario
del Rector Mayor, con quien además de compartir espacios de afecto y
convivencia fraterna, nos iluminó en la presentación de la Carta de Identidad
de la Familia Salesiana. En su exposición, nos ha hecho una invitación a leer, estudiar, asumir y vivir
esta Carta de Identidad… y nos ha insistido en que creer en la Familia
Salesiana genera y transmite entusiasmo, de tal forma que desde ahí podremos gozar
de una vitalidad capaz de atraer nuevas vocaciones.
Tuvimos la ocasión
de participar por grupos, en diferentes talleres de presentación que se habían
organizado, de los distintos grupos de
Familia Salesiana allí presentes;
SDB, FMA, SSCC,
ADMA, VDB, AA.AA (FMA), AA.AA (SDB), HDB.
Fue una verdadera
gozada y supuso un auténtico encuentro de familia y hermanamiento entre los
presentes.
Por la tarde, tras
la presentación de los talleres, tuvimos el honor de contar con D. José Miguel
Núñez, SDB, Consejero General para Europa Oeste, donde ahondó en la “espiritualidad
apostólica de la Familia Salesiana”… Destacando diez premisas
fundamentales: Vivir en presencia de Dios, enraizados en Cristo, asumiendo
serenidad y confianza, con caridad apostólica, con una real predilección por
los jóvenes especialmente de clases populares, en la espiritualidad de lo
cotidiano, estando siempre alegres, con trabajo y templanza, y siendo fieles
devotos a María Inmaculada y Auxiliadora.
D. José Miguel
Nuñez, tras una brillante, profunda y amena intervención nos instó, tal y como
el Papa Francisco lo ha hecho a los sacerdotes, a “SALIR A LA PERIFERIA, IR A
LOS ARRABALES”, a volver a los orígenes, a salir al encuentro de la juventud
que está en peligro, sola, en exclusión social o en riesgo de padecerla… sus
palabras no nos dejaron indiferentes, y doy fe de que han supuesto un verdadero
“zamarreo” a nuestro ser, sentir y vivir.
La velada fue
simplemente genial, muy participativa, llena de momentos que forman parte ya
del recuerdo de cada uno de los asistentes… entusiasmo desbordado, alegría,
cantos, bailes, magia, y risas muchas risas. Supuso un momento festivo muy
especial, profundamente salesiano y
enormemente divertido… me atrevería a decir, que la velada puso el broche al
espléndido día vivido.
El Domingo nos
reunimos por grupos, y nosotros los SS.CC. tuvimos ocasión de participar en nuestra Asamblea. Las intervenciones de hermanos de diferentes
casas de la Inspectoría nos alentaron y ayudaron a profundizar y a reflexionar
sobre las distintas y complementarias dimensiones de nuestro ser Salesiano,
cuidando nuestra vida espiritual, insistiendo en la formación y autoformación,
pues podremos dar en la medida de lo que seamos, y nuestra misión, donde de
forma amena, simpática pero inmensamente profunda, un hermano, nos expuso desde
su experiencia, cómo vivir el campo de la misión desde lo cotidiano del día a
día, en el trabajo, en casa, con la familia, con los hijos, y en el encuentro
con jóvenes con dificultades muy extremas, intentando devolver esperanza a
quienes creían haberla perdido.
Nuestro querido
Coordinador Inspectorial, Manolo Garrido, nos animó a todo ello llevando el
hilo conductor de la misma. Se nos “regaló” la exposición de un video donde de
forma práctica, divertida, muy visual y creativa, se nos expuso quiénes somos y
cómo somos los Salesianos Cooperadores.
Como no podía ser
de otra manera, el encuentro con Dios en
la Eucaristía que tuvo lugar en la Basílica-Santuario de María Auxiliadora,
presidida por D. Adriano Bregolín, nos llenó de entusiasmo para llevar y
transmitir lo vivido en el Congreso.
Y María
Auxiliadora, nuestra madre celestial, desde lo alto, en su camarín, orgullosa
de todos… nos sonreía…
Un abrazo fraterno
a todos;
Lidia Medina Suárez
Salesiana
Cooperadora del Centro de Nervión (Sevilla)